Las primeras dos sesiones habían transcurrido en un marco bien protocolar. Temas generales para conocerse y relacionarse profesionalmente, tomar confianza, liberarse, aflojar tensiones, empezar a relajase, sentirse como en casa...
Ella supo desde un primer momento que se trato de un flechazo a primera vista, una cuestión de piel. Se sintió escuchada, respaldada y fundamentalmente respetada para volver a confiar en alguien. el maestro gurú hablaba poco, escuchaba mucho y no le quitaba la mirada de sus ojos azules...
Su táctica radicaba en sentarla comodamente en el diván, le daba papel, lápiz y le hacía escribir lo que sintiera deseos, lo primero que le venía en mente, lo que la imaginación le dictaba...
Llamativamente, ella escribía todo en forma de poemas y el maestro rapidamente había empezado a notar un gran don mágico que llevaba oculto su paciente y que empezaba a descubrir a medida que se volcaba con más entusiasmo y ganas día a día....
Disfrutaban mucho conversando de todo lo que salía de sus letras. No había reproches, sólo intentos de liberación y espantar miedos, en definitiva, desenmascararse sin siquiera notar que lo estaba haciendo..........
A medida que pasaban las sesiones, se notaba una evolución pronunciada en la paciente. Llegaba sonriente, animada, y hasta sorprendentemente, a veces llegaba con una tarta de fresas, queso o un delicioso pastel de chocolate para compartir con el café que religiosamente llegaba a mitad de las sesiones...
Una de aquellas tardes, llamo por teléfono anunciando no poder cumplir con el horario por un asunto laboral que requería de su indispensable presencia.
El maestro le hizo saber por intermedio de su secretaria que podía atrasar su hora pues tenía agenda libre para la última de las visitas. Ella acepto complaciente y muy feliz porque necesitaba de esa terapia diaria como el agua de sus días....
El reloj había marcado las 21.00hs cuando sonó el timbre de entrada que atendió con un tono de leve urgencia su secretaria. Ella había cumplido su jornada de trabajo obligatoria y se prestaba a entrar en sus últimos cinco minutos para despedirse hasta un nuevo día..
La hizo esperar en la sala y le dio aviso al maestro gurú que solo esperaba la llegada de la hermosa paciente para terminar también su jornada laboral. Al mismo tiempo que le daba el ok para retirarse a su secretaria, le indicó que hiciera pasar a la señorita antes de marcharse, lo cual aprobó con una seña de despedida...
Llamativamente, Eli, así era el nombre de la hermosa paciente, haciendo gala a su escultural figura, lucía una falda corta que la hacía sensual y atractiva por donde se la pudiera ver....
El maestro se había quedado un segundo hipnotizado ante tanta belleza junta en una sola mujer, ya de por sí terriblemente acompañada de una carita de ángel con ojos azules y una boca infartante al deseo de cualquier hombre........
Otoño
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Hola Primavera hermoso escrito como siempre muy bueno la imagen es preciosa.
ResponderEliminarBesos que tengas una semana maravillosa.
Ah, pues si ponía por delante la ética profesional, se acabó la fiesta!
ResponderEliminarBuena semana, amiga!
...aguardo expectante por la continuación de este texto tan prometedor! jajajaja...(o quizás prefiero que quede con final abierto, para que cada quien lo complete según la libertad de su fantasía!
ResponderEliminarUn abrazo.
a veces la etica no resulta mejor que lo que sentimos , pero hay seguimos, un besito
ResponderEliminarGran relato. Ante tanta seducción y hermosura claudicamos. besos y espero que tengas un buen fin de semana.
ResponderEliminarhttp://el-ser-bohemio.blogspot.com
http://mi-adn.blogspot.com
Hola bella , te ivito a que pases por mi blog a ver si te interesa lo que propongo si estas de acuerdo dejame un comentario, aqui me quedo llendo tu relato como siempre tan sensuales y romanticos, besico.
ResponderEliminarintrigante historia..me imagino el final!°
ResponderEliminarSaludos!°
Y al final consiguio la mujer tan especial que hay en este relato.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Es el sueño de muchas jovenes enamorarse de un doctor y aqui en este relato parece que la cosa es asi.
ResponderEliminarMe ha gustado leer un relato tan sugerente.
Besitosss
Y quien gano la batalla el profesional o el hombre? por lo que leo seria el hombre ante una espectacular mujer.
ResponderEliminarAbrazos tiernos